Oaxaca
12 de marzo del 2017

OAXACA 31-3-06

Ayer, con Hugo Hiriart como invitado, Martín Solares y yo inauguramos el primer taller de literatura en el Centro para las Artes de San Agustín Etla.

Es, sin duda, el proyecto literario más ambicioso en la incipiente microhistoria literaria de Oaxaca. Los alumnos, quince en total, tendrán la oportunidad de convivir durante un año y los cuatro últimos días de cada mes, con los mejores escritores de México.

Después de vivir durante 27 años aislado en la selva, el destino me lanza ahora a esta nueva aventura en la fascinante y conflictiva Ciudad de Oaxaca. La tarea es lograr que la literatura oaxaqueña deje de estar a la sombra sobajante de las artes plásticas. Cabe esperar que la Feria Internacional del Libro y la Editorial Almadía contribuyan felizmente a este proyectado resurgimiento literario.

Lo único que me queda claro es que ya no deseo regresar al paraíso infernal del que fui expulsado por los burócratas arrogantes. Pero ya no necesito odios ni rencores, hay multitud de tecnócratas descerebrados que ansían cultivarlos.

OAXACA 3-4-06

El número de asistentes al primer taller de creación y crítica en Etla -treinta alumnos- no es garantía de logros memorables. Tal vez sólo cuatro o cinco de los asistentes valgan la pena; pero por ellos el esfuerzo invertido estará más que justificado.

El nivel de los textos que se leyeron el primer día es ciertamente de un provincianismo vergonzoso. Es claro que, conforme arrecien las críticas y las exigencias, los peores no sobrevivirán al escarnio. Mas no se trata de vulgar darwinismo, porque entre los jóvenes hay talento y lecturas suficientes. Lo que falta es voluntad y grandeza de miras, sacudirse de una vez y para siempre el resentimiento que condena al escritor provinciano al aullido lastimero y la envidia lacerante. Stefan Zweig, una de las conciencias más lúcidas y desilusionadas del ominoso siglo xx, lo dijo con una claridad insuperable: “Todo hombre espiritual alberga en sí fuerzas de una índole peculiar para dominar su destino, y el que no sabe sobrellevar humanamente semejante prueba ya no cuenta tampoco como artista”.

OAXACA 13-10-06

Nadie es tan ignorante como para creer saberlo todo. Pero hay muchos que aspiran a esa meta; ésos son los más peligrosos.

Por fortuna, lo que se vive nunca es lo que se desea vivir; si viviéramos de acuerdo a nuestros deseos seríamos bestezuelas aún más arrogantes y viciosas.

La verdadera calma y el verdadero silencio no se viven antes, sino después de las tormentas, cuando el miedo ya pasó.

Leer con el lápiz. Thomas Mann en su diario: “Una difícil obra de arte, al igual que una batalla, un naufragio u otro mortal peligro, es lo que más nos acerca a Dios, al obligar a alzar los ojos en busca de la bendición, ayuda, gracia, generando un estado de espíritu religioso”.

Contra las ganas casi invencibles de recurrir a la violencia que despierta la perversidad de los políticos, el único antídoto es la vida de personajes excelsos como Cristo y Gandhi. En momentos como los que estamos viviendo en Oaxaca, en que la ruindad de todos los liderazgos nos produce una sensación de asco y desesperanza, la capacidad sublime de Cristo y Gandhi para perdonar y su ejemplo vital en busca siempre de la verdad y de la justicia, son como un refugio sano y seguro en medio de un huracán.

OAXACA 21-10-06

La aversión de la cultura hispana hacia el método no se debe a una pasión desmedida por la libertad, sino a la carencia histórica de ella. Los métodos y los sistemas que se pretenden perfectos son los más efímeros.

El mejor método es aquel que evoluciona junto con el sujeto que lo concibe. La renuncia metódica hace al hombre perezoso y oportunista; el fijismo metódico deriva inevitablemente hacia el fundamentalismo.

Un sistema cerrado e inamovible es un monumento a la esclavitud; la carencia prolongada de un sistema y un metódo condena al hombre al nomadismo.

OAXACA 9-2-07

Ayer comí con el pintor Jonathan Barbieri y el fotógrafo Antonio Turok, dos almas huidizas que han sacrificado todo por el arte. Hablamos de la imperiosa necesidad de someter a una rigurosa crítica la autocomplacencia provinciana de la mayoría de los pintores oaxaqueños.

Este intercambio de ideas estéticas me retrotrajo a mediados de los ochenta, cuando me pasaba horas con el pintor Vlady hablando de filosofía y arte mientras lo veía pintar.

Los ataques contra el maestro Toledo y su proyecto del Centro para las Artes de San Agustín, confirman que los políticos mediocres son siempre esclavos de sus caprichos y necedades. Y ya lo sabemos: el triunfo del tirano es la condena del sabio.

Desde el año pasado vengo publicando estos Diarios en el único periódico local que se enfrentó al tirano. Nunca me ha convencido a plenitud la opción periodística para los creadores literarios; sin embargo, reconozco que hay casos notables de grandes literatos que han contribuido a sublimar el periodismo fundando un género híbrido que yo me he arriesgado en llamar “Ensayículo”. Pienso en talentos como Addison, Samuel Johnson o Gasset... Pero no puedo dejar de reconocer que no hay lectura más efímera y decepcionante que la de un mal periódico.

OAXACA 15-2-07

Hay insectos que nunca duermen y peces que no dejan de nadar; de la misma manera, en el hombre moral el espíritu no cesa de crecer por el resto de la eternidad.

La corrupción de los valores morales es inseparable de la corrupción de la palabra. Cuando un gobernante perverso atrae y domestica al escritor, la falsedad y la impostura se convierten en el modo de ser de la palabra.

La farsa que escenifican los gobernantes actuales ni siquiera tiene valor literario. Cabe esperar que tanta estupidez y tanto cinismo maliciosamente combinados, suponga la manera más precisa con que el mal termine auto- destruyéndose.

En este nuevo proyecto existencial que ahora vivo, dispongo de la mitad del tiempo que en Cacaluta tenía para leer y escribir, pero tengo en cambio la compensación de poder contribuir a la realización de proyectos sociocéntricos impensables en el medio voraz y egoísta de la costa.

Mi amor por Oaxaca sigue intacto, y si creo dar ahora mis mejores frutos no es más que para corresponder, en la medida de mis posibilidades, a todo lo que he recibido de esta pequeña patria prodigiosa.

Los que creen que todo lo que el hombre hace acaba volviéndose contra él, como Schopenhauer, Nietzsche y Cioran, no conocen el influjo superador del espíritu. La desilusión y la desesperanza sólo pueden ser sustento de los débiles. Cuando un individuo actúa en sintonía con su piloto divino, hasta las contrariedades le sirven.

OAXACA 17-4-07

Amor y gratitud: los dos ejes de la vida plena. Un ser amoroso y agradecido tiene garantizada la felicidad. Se entiende, entonces, que los intelectuales y los artistas sean los seres más infelices de la Tierra, pues donde hay envidia, odio y egoísmo no puede crecer la felicidad.

El único consuelo que le queda al creador que vive bajo la sombra ominosa del odio y de la envidia es la fama. Pero la fama es como un tumor que termina corroyendo la capacidad de amor y de agradecimiento de quien la detenta.

Sólo el hombre sabio puede sobrevivir sin daño la engañosa fascinación de la fama. Y no lo logra por su inteligencia o por la magnitud de sus inventos, sino gracias a su entrega amorosa para hacer el bien y su ilimitada capacidad para agradecer. Es por ello que cada vez hay más farsantes famosos, pero menos sabios.

El gran logro de los neofenicios que controlan fríamente los mercados del arte: convertir en negocio la rebeldía y toda innovación en moda. Lo que confirma una vez más que sólo el constante cuestionador es valioso para la evolución cultural; los demás -opinólogos y mercenarios del poder- son pura estadística.

Ayer visité al pintor Guillermo Olguín en su estudio: después de Francisco Toledo, está destinado a ser el pintor más aportador y original de Oaxaca.

El que comete una injusticia a sabiendas, es un siervo de la muerte. ¡Cuántos siervos tiene la muerte en Oaxaca!

OAXACA 21-4-07

La verborrea profana de los políticos ha contaminado a los intelectuales que, atraídos por el relumbre de los medios, se asumen ahora como opinólogos. ¿Hasta dónde debe el hombre que busca la verdad competir con la nota roja y los espectáculos?

Hay que desconfiar por igual de los políticos e intelectuales que sólo hablan en su propio beneficio, así como de los que ocultan sus ambiciones y resentimientos tras un balbuceo de ofensas incoherentes. Ante el sentencioso descrédito de la palabra, no vamos a tener más opción que empezar a valorar a los que saben callarse. Pero, ¿puede acaso el silencio darle una dirección superadora al descontento ciudadano?

La crítica mediática deviene entre el elogio vergonzoso y el vómito pestilente. Lo que vemos en la sección cultural de los periódicos, revistas y suplementos es una pudridera de alma que sólo encumbra a los que tienen ingenio para lo negativo.

J. J. Rousseau en sus Confesiones: “El oro que se tiene es instrumento de libertad; el que se busca lo es de servidumbre”. Y yo pregunto: ¿Conoce alguien a un hombre rico que sea libre? El que no sabe compartir la riqueza es esclavo de su propia voracidad.

Acabo de leer dos obras recientes elogiosamente recibidas por los plumíferos de la literatura antivital como obras perfectas: El mar, de John Banville, y La historia del amor, de Nicole

Krauss. Se trata de dos típicos encumbramientos de la desmesura comercial. En tiempos de Dante, Shakespeare y Cervantes a nadie se le ocurriría llamarle genio a un escritor vivo; hoy cualquier imbécil corre el riesgo de que alguna de sus ocurrencias sea calificada de genial.

Los genios jamás se autorreconocen como tales, ni piensan si es genial o no lo que hacen. Aquellos escritores soberbios que se autoasumen como genios, en el fondo no son más que víctimas de su propia desmesura.

No nos puede caber la menor duda: el mal escritor recibe los peores consejos de sí mismo.

OAXACA 10-10-07

La belleza de Oaxaca incentiva la creación y la fiesta, pero también la falta de rigor metódico y de compromiso moral.

La belleza de esta ciudad colonial, por la forma tan vil con que la tratan gobernantes y gobernados, no hiere sino que desespera; y al no poder alcanzar la plenitud del goce estético por las ruindades que con ella se cometen, que-damos condenados a padecerla. Tal es el legado de la corrupción y la ignorancia, que torna a la belleza profanada la antesala del infierno.

Toda la costa oaxaqueña, desde el Istmo a Puerto Escondido, está copada por el narco. Desesperados, los comerciantes y los empresarios exigen seguridad y mano dura, sin saber que tal exigencia es la característica fundamental de los tiempos regresivos.

La solución al problema del narcotráfico, lo sabe cualquier ciudadano con criterio, no está en la represión sino en la legalización y la educación. Poner el énfasis en la cuantificación represiva es optar por la peor salida: la militar.

El estratega militar actual es un guerrero burocratizado, o como decía implacablemente Ortega y Gasset: una degeneración del guerrero corrompido por el industrial. Los militares computarizados de hoy son la antítesis del héroe mítico liberador y fundacionario; éste se rebelaba y sacrificaba para instaurar la libertad, aquéllos se asumen como represores de toda rebeldía y enemigos jurados de la libertad. Pero la Historia nos lo confirma sobradamente: Los que temen y recelan de la libertad encuentran en el autoritarismo su ruina.

Frases
Leonardo Da Jandra
  • Coordinador editorial

Chiapas, 1951. Escritor y filósofo. Ha escrito más de una veintena de libros. Sus publicaciones más recientes son: Filosofía para desencantados (Atalanta, 2014), Diarios. La restauración de la utopía (Avispero y punto, 2015) y Aforismos (Editorial Avispero, 2017).

Fotografía de Leonardo Da Jandra

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