Columna Semanal
04 de enero del 2017

La educación y la lectura siempre van de la mano del amor al conocimiento. Y esto nos genera una pregunta (sabiendo que nuestro país es de los que menos lee): ¿cómo es la educación en México?

Hoy en día la educación no sólo se basa en ir a la escuela y aprender de lo que dicen los maestros; aunque sí es una parte muy importante; pero también se basa en otros aspectos como la familia, la lectura y la iniciativa de uno mismo para leer; ya que si se tienen en verdad ganas de aprender cosas nuevas no se necesitaría de personas o campañas que a cada rato nos estén recordando que leamos. Y esto nos lleva a otro factor muy importante, que es la familia, ya que desde ahí es donde el individuo se va formando y va tomando de modelos a los padres o a los hermanos mayores; pero si desde los comienzos el individuo no ve que en su familia tengan el hábito de leer, muy difícilmente va a querer leer. Aunque como dije anteriormente: uno debe tener la iniciativa si se quieren aprender cosas nuevas.

Pero hablemos de los países en donde la lectura está por encima de todo; tal es el caso de Finlandia, que es uno de los países, junto con Japón, en donde la lectura poco a poco se fomenta y no por medio de campañas, sino por medio de la televisión; y sí, aunque suene gracioso, así es como fomentan la lectura en los niños. Los programas que se transmiten en la televisión finlandesa están en los idiomas originales y subtitulados en el idioma finlandés; y se preguntarán ¿cómo es que eso fomenta la lectura? Pues los niños al no entender lo que están diciendo en las caricaturas, buscan la manera de poder entender los subtítulos; y así es como empiezan a leer. Si hablamos de la televisión en México, es todo lo contrario; ésta hace que las personas pierdan el interés por la lectura y se interesen más en programas que no hacen nada más que hacer perder el tiempo a las personas y que no brindan ningún tipo de beneficio a la sociedad.

Continuando con Finlandia, otra gran estrategia del fomento a la lectura es la familia, ya que ahí las familias van determinados días del mes a la biblioteca. Esto ayuda mucho a los niños, ya que ven que sus papás leen; así ellos imitarán lo que hacen y también querrán leer. Las bibliotecas literalmente se llenan de todas las personas que van por libros o se quedan a leer, así como aquí se llena una plaza o un centro comercial. Para lograr que esto suceda en México se necesitaría de mucho trabajo y que cada persona ponga de su parte. Hay demasiado contraste entre estas dos naciones: un ejemplo es que aquí en Oaxaca hay tantos bares y centros nocturnos como hay bibliotecas en Finlandia. Una muestra de esto es el municipio de Santa Lucía del Camino, por mencionar uno de tantos, que de acuerdo con cifras oficiales del propio Ayuntamiento, en el municipio hay al menos 380 giros negros entre casas de cita, centros nocturnos, cantinas, bares, centros botaneros y depósitos de cerveza, mientras que bibliotecas sólo hay una.

Son impresionantes estas cifras comparativas, y es que uno de los principales culpables son los gobernantes, ya que no deberían permitir la construcción de tantos establecimientos que fomentan los vicios, y además deberían invertir el dinero de una mejor manera construyendo sitios para el fomento de la cultura.

Y como dato extra, cabe mencionar que Finlandia es uno de los países con menos cárceles. ¿Esto qué quiere decir? Que por falta de presos las cierran, y la falta de presos es porque es un país donde leer es sinónimo de buena educación; no hay delincuencia ni violencia por que las personas reflexionan más sus actos por el conocimiento de las lecturas que han hecho. En fin, ojalá pudiéramos seguir el ejemplo de este país y lograr convertir la lectura en una actividad de nuestra rutina diaria, y así erradicar muchos problemas que sufrimos actualmente: como la corrupción en el gobierno y en la sociedad civil, los secuestros y el narcotráfico.

Andrea Meixueiro Valencia

Alumna del COBAO 04, El Tule

Fotografía de Andrea Meixueiro Valencia

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