Japón
29 de enero del 2017

Semblanza

En la última semana de noviembre de 2013, durante el II Coloquio de Literatura Japonesa en el auditorio del Centro de Enseñanza Para Extranjeros (CEPE), en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tuvimos el privilegio de contar con la presencia del escritor japonés Shimada Masahiko, quien ofreció una conferencia sobre distintos aspectos de su profesión de escritor y la situación política actual en su país. Hombre proveniente de los cuadros universitarios de izquierda, de una “izquierda gentil”, como le gusta definirla, nacido en 1961, Shimada es uno de los integrantes más conspicuos del sólido núcleo de escritores japoneses “jóvenes” que están cambiando el panorama de las letras niponas en la percepción global. Shimada ha incursionado en diversos terrenos del quehacer artístico. En los años 90 conformó un grupo de teatro —del cual fue director— dedicado a la difusión de obras de vanguardia alejadas de las convenciones de la escena comercial. En 1992, él mismo encarnó uno de los personajes de la película de erotismo sadomasoquista dirigida por su colega escritor, Murakami Ryu, titulada Topaz (o Tokyo Decadence).

Profundo conocedor de la ópera italiana, en 2006, en el 52° Festival Puccini que se lleva a cabo anualmente en Torre del Lago, Italia, estrenó la ópera, de la cual es autor del libreto, titulada Junior Butterfly, una suerte de secuela de la famosa Madame Butterfly, del propio Puccini, cuyo protagonista es el hijo que una célebre geisha de Nagasaki tuvo con Pinkerton, un oficial de la Armada de Estados Unidos que la seduce para luego abandonarla embarazada de Junior, el personaje creado por Shimada. La obra le sirve de vehículo a su autor para denunciar al imperialismo norteamericano, a la vez que recordar el acto de barbarie que significó la bomba atómica arrojada el 9 de agosto de 1945 sobre la ciudad de Nagasaki.

No obstante estas actividades, Shimada es, ante todo, escritor. Como tal, sus primeros trabajos fueron publicados mientras era estudiante en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Tokio, donde se especializó en lengua y literatura rusas. A los veintidós años fue candidato al premio literario más prestigioso de Japón, el Akutagawa, por su novela Divertimento para izquierdistas gentiles. En 1984 obtuvo el Premio Noma para nuevos escritores y en 1992, el Premio Izumi Kyoka por su novela Maestro Nirvana (Higan sensei), inspirada en la célebre Kokoro, del gran escritor de principios del siglo xx Natsume Soseki.

Shimada es un autor polémico que rompe convenciones temáticas y lingüísticas para incursionar en terrenos que expresen la inquietud existencial de sus compatriotas, en especial los más jóvenes, a partir del estallido de la burbuja financiera en 1990; y el muy mentado “milagro” comenzó a mostrar profundas fisuras que todavía no se cierran, sumiendo en la incertidumbre a una sociedad acostumbrada a décadas de crecimiento sostenido y consumo desenfrenado.

Uno de sus trabajos más destacados es la trilogía Canon infinito (Mugen kanon), cuyo segundo volumen, titulado Almas bellas (Utsukushii tamashi), trata sobre la princesa Masako, esposa del heredero al trono del crisantemo, y los padecimientos psicológicos que la perturbaron. Este libro tardó dos años en salir a la luz pública debido a que el tema de la familia imperial no ha dejado de ser tabú en Japón y el editor temía que algún tipo de censura lo afectara.

Shimada no vacila en recurrir a temas que el conservadurismo trata de ocultar o de transformar en bien de consumo envolviéndolo en ropajes atractivos que le resten su potencial subversivo: sida, anorexia, suicidio, drogadicción, desórdenes del sueño, psicopatías de todo tipo, freaks, ángeles caídos, discriminación racial, prostitución, sadomasoquismo, yakuza (la poderosa mafia japonesa), otakus, homeless, psíquicos y un largo catálogo de supuestas anomalías que acompañan los procesos políticos y económicos de la perversa globalización que afecta al planeta.

En español sólo contamos con una única traducción que reúne cuatro historias breves: Me convertiré en momia, publicada en 2002 por Editorial Amaranto (España). Las cuatro historias tratan de personajes que luchan denodadamente por escapar a las convenciones sociales que los sofocan y a un sistema que los rechaza. La que da título al volumen, si bien ambientada en los Alpes en lugar de Hokkaido, fue llevada al cine en 2009 por Peter Liechti con el título de The Sound of Insects, y narra la historia de un hombre que decide suicidarse absteniéndose de ingerir alimentos mientras registra en un diario el paulatino proceso de degradación física y psicológica que sufre hasta poco antes de expirar.

La conferencia

Shimada es un hombre tranquilo, de apariencia formal y bastante medido en sus expresiones, que quizá expresen su disgusto por el mundo que le tocó vivir usando como vehículo la escritura. Las explosivas confesiones que hace acerca de sí mismo —especialmente sobre sus hábitos sexuales— en las Notas del autor puede que no sean sino otro texto de ficción con la apariencia de una autobiografía. Sin embargo, Shimada, en ese tono mesurado, dice cosas que desafían la percepción convencional de los hechos, ya sea cuando habla de la situación social que se vive en su país en estos días o cuando se refiere al papel que juega la literatura en esta era de incertidumbre en que vive la humanidad.

Para Shimada, al individuo insatisfecho con el orden establecido, sólo le quedarían dos caminos: el de la revolución social o el de la huida. Siendo la primera una utopía a la cual la globalización neoliberal parece haber cerrado las puertas, la huida se convierte en el camino más viable. ¿Hacia dónde es esa huida? Los personajes de sus novelas lo expresan con claridad: es hacia la muerte, el aislamiento, la retracción de la sociedad, la neurosis, la locura y tantos otros caminos que la sociedad establecida cataloga como “anomalías” dentro de la mal llamada “posmodernidad”.

En Japón, según el escritor, ante una crisis que se prolonga desde hace más de dos décadas, a partir del estallido de la burbuja financiera, el actual gobierno ha optado por recetas muy peligrosas. En el caso del conflicto con China y los países vecinos se está instilando en el cuerpo social una nueva versión de nacionalismo, un nacionalismo de derecha agresivo que, al parecer, no tiene eco en las generaciones más jóvenes: son los mayores de sesenta años los que se golpean el pecho clamando acciones bélicas.

La reforma de la Constitución de 1946 —en especial en el capítulo que se refiere a la renuncia de la guerra como forma de dirimir conflictos internacionales— está en la agenda de la actual administración. En ese sentido, si se lograra eliminar el artículo 9, de renuncia a la guerra, se pondría en riesgo la paz sostenida que ha gozado Japón a partir de su derrota en la Segunda Guerra Mundial. El nacionalismo de nuevo cuño está detrás de este intento de modificación de dicha Constitución y, según Shimada, el establishment de Japón busca fervientemente perpetuar la alianza que lo une a los Estados Unidos desde el fin de la Segunda Guerra, sin percibir la declinación que la súper potencia está mostrando en el escenario global.

En el terreno de lo específicamente literario, Shimada se refirió a la crisis que sufre la escritura creativa desde que se produjo el estallido de la burbuja en 1990. Hoy “casi” ningún escritor puede vivir de sus publicaciones, por lo que varios de ellos trabajan como profesores en universidades para ganarse el sustento. La única excepción, incluida en ese “casi”, la constituye el fenómeno Haruki Murakami, al punto de que en la industria editorial se hable de “Murakami… y los otros”. Shimada considera que él mismo pertenece al grupo de “los otros”. Si bien Murakami se ha transformado en un fenómeno global —continuó Shimada— es en las nuevas clases medias de Rusia y China donde tiene más éxito, lo cual explicaría que se trata de un escritor cuyo universo representa las aspiraciones pequeño-burguesas de quienes buscan en las modas y tendencias del mercado global su lugar en un mundo regido por la imagen y el consumo.

“¿Por qué decidí hacerme escritor?”, se preguntó en un momento Shimada. Su respuesta fue contundente: “Escribo para no perder la razón”. Unos cuantos minutos de la conferencia estuvieron dedicados a hablar del tema de las caminatas a las que Shimada recurre constantemente para aclarar la cabeza y buscar inspiración. Últimamente su lugar favorito es Mukojima, zona con una larga tradición entre los narradores japoneses, que se remonta a la época premoderna en que Tokio todavía se denominaba Edo. El caminante (samposha) adquiere en el proceso de desplazarse una sabiduría muy particular.

Para reforzar la idea expuesta al principio acerca del sentimiento de huida de la realidad que experimentan las nuevas generaciones de Japón y el número en constante aumento de los rechazados por el sistema, Shimada mostró un video de poco más de diez minutos, del cual es realizador y que ha titulado Nicho (Nicchi, pronunciación japonesa del vocablo inglés niche). Filmado en un lugar apartado de Japón, un santuario de osos de montaña que se preserva como espacio ecológico protegido, el video se refiere a quienes eligen ese espacio solitario como un lugar para suicidarse sin ningún tipo de interferencia de la civilización. Hay una protagonista femenina que deambula por el bosque y el mismo Shimada aparece en persona brincando entre árboles, troncos caídos y rocas: metáforas de la huida del mundo.

Al terminar la proyección Shimada se dirigió a los oyentes con una pregunta que sorprendió a todos: “¿Dónde se refugian los mexicanos para escapar a la sinrazón del mundo?” Es la tarea que nos dejó a quienes por espacio de una hora y media escuchamos con atención a este representante de la “izquierda gentil” de Japón y notable escritor, Shimada Toshihiko.

Frases
Guillermo Quartucci

Es profesor-investigador del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Licenciado en Letras por la Universidad Nacional del Sur, Argentina y maestro en Estudios de Asia y África, especialidad Japón, por El Colegio de México. Autor del libro Kobo Abe y la narrativa japonesa de posguerra (El Colegio de México, 1982), coautor de Japón hoy (Siglo XXI Editores, 1987), y prologuista de la Antología de la narrativa japonesa de posguerra (Premiá, 1989), entre otras publicaciones.

Fotografía de Guillermo Quartucci

Artículos relacionados

Risa Wataya: una narrativa que madura
Japón
Yasunari Kawabata en una estampa japonesa
blog comments powered by Disqus